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Santo Tomás de
Aquino nace (Italia) el año 1225. Hijo de los condes de Aquino recibe educación religiosa y científica dieciséis
años, su vocación a la vida apostólica. A los diecinueve años ingresa en la
Orden de Predicadores.
Fray
Juan Teutónico, le indica que termine sus estudios en París , bajo la guía de
Fray Alberto Magno, quién le convence que profundice en Aristóteles, el
filósofo de la razón, la razón es un Don de Dios y a él debe ordenarse.
A los treinta y
dos años Tomás de Aquino es maestro de la cátedra de teología de París. En
Tomás, la Palabra de Dios en la Escritura tiene la primacía sobre las otras
ciencias, y hace de la oración la fuente más fecunda de sus investigaciones.
Mientras permanece en París, Santo Tomás y los hermanos Predicadores elaboran
en comunidad filosofía y teología, para después hacerla presente en la
universidad. Escribe muchas obras que destacan por su profundidad, como los
cuatro grandes libros sobre el Maestro de las Sentencias.
Alternó la
enseñanza con la predicación. Se dedicó al trabajo teológico, investigar
incansablemente la verdad, entregarla a los demás en escritos; su obra
demuestra la estrecha coherencia entre la razón humana y la divina revelación.
Su comportamiento siempre fue humilde y cordial.
Santo Tomás de
Aquino falleció en la abadía de Fossanova el 7 de marzo de 1274, cuando iba al
concilio de Lyon. Fue canonizado en 1323 por Juan XXII.
La metafísica tomista.
La "Suma Teológica" se considera la
obra cumbre de santo Tomás, comienza planteando el problema teológico de la
existencia de Dios. La mayor parte de la metafísica tomista procede de
Aristóteles, aunque también hay elementos procedentes del platonismo
agustiniano y de la filosofía árabe.
Al igual que para Aristóteles, para Sto.
Tomás la metafísica es la ciencia del "ente en cuanto ente" y, como
tal, la ciencia de las primeras causas y principios del ser. Al igual que
Aristóteles aceptará, pues, la teoría de las cuatro causas, la teoría de la
sustancia y la teoría del acto y la potencia. Pero la necesidad de conciliar el
aristotelismo con el cristianismo le llevará a introducir una nueva estructura
metafísica, utilizada ya por Avicena: la de la distinción entre esencia y
existencia. Además, recurrirá a las teorías platónicas de la participación, de
la causalidad ejemplar y de los grados del ser.
La teoría de las cuatro causas
En el libro I de la Metafísica, luego de
haber identificado el verdadero saber con el conocimiento de las causas del
ser, Aristóteles nos presentaba las cuatro causas de las que ya nos había
hablado en la Física. Santo Tomás de Aquino aceptará y adoptará la formulación
aristotélica de la teoría de las cuatro causas:
La causa material, aquello de que está hecha una cosa; la causa formal, lo que es una
cosa; la causa eficiente, el agente que la produce; y la causa final, el para
qué de una cosa.
La sustancia es identificada con la entidad concreta, constituida por un compuesto
indisoluble de materia y forma. Acepta, por lo tanto, la misma ordenación de
las categorías accidentales que Aristóteles: cantidad, cualidad, relación,
lugar, tiempo, posición, estado, acción y pasión. ¿Es posible la existencia de
sustancias que no estén compuestas de materia y forma? Ha de serlo, si se
pretende conciliar la filosofía aristotélica con la revelación, que se refiere,
al menos, a dos de ellas: los ángeles y Dios.
La teoría del acto y la potencia con Aristóteles compartirá la distinción entre ser en acto y ser en
potencia. Por ser en acto se
refiere, a la sustancia tal como en un momento determinado se nos presenta y la
conocemos; por ser en potencia el conjunto de capacidades o
posibilidades de la sustancia para llegar a ser algo distinto de lo que
actualmente es. Un niño tiene la capacidad de ser hombre: es, por lo tanto, un
niño en acto, pero un hombre en potencia. Es decir, no es un hombre, pero puede
llegar a serlo. Junto con las dos teorías anteriormente citadas dispone santo
Tomás de todas las estructuras metafísicas necesarias para dar cuenta de la
realidad física, del mundo.
Teoría de la esencia y la existencia, todo aquello que no está incluido en el "concepto" de una
esencia debe llegarle del exterior y adaptarse a ella, ya que una esencia no
puede ser concebida sin sus partes esenciales. Por tanto, toda esencia o "quiddidad" puede ser captada por
la razón sin que la existencia lo sea igualmente. Luego todo lo que conviene a
una cosa, o se deriva de los principios de su naturaleza (como la capacidad de
reír en el hombre), o de un principio extrínseco, como la luminosidad de la
atmósfera depende del sol. Es necesario que toda realidad, en la que la
existencia es distinta de la esencia, haya recibido de otro esta
existencia."("De ente et essentia, c.5)
Para Aristóteles la esencia venía
representada exclusivamente por la forma; para Sto. Tomás la esencia de los
seres contingentes comprende también la materia, y la esencia de los seres
espirituales se identifica exclusivamente con la forma, ya que carecen de
materia. Se establece pues una separación radical entre Dios y el mundo,
haciendo del mundo una realidad que debe su existencia a Dios, único ser
necesario. Esta identificación del ser con la existencia le permitirá a Sto.
Tomás hablar de seres constituidos por formas puras, como los ángeles y Dios,
distinguiéndose en que los ángeles reciben también la existencia de Dios. Le es
posible, entonces, admitir sustancias inmateriales, lo que desde una posición
estrictamente aristotélica resultaría difícilmente sostenible.
La distinción entre la esencia y la
existencia santo Tomás recurre a la teoría neoplatónica de los grados del ser,
estableciendo una jerarquía que va de los seres inanimados a Dios, pasando por
los seres vegetativos, los sensitivos y los racionales, en el mundo material, y
por los ángeles en las esferas celestes.
Pensamiento filosófico
Santo Tomás romperá parcialmente con dicha tradición
adoptando el aristotelismo como base de su pensamiento filosófico.
Romperá también con la tradición al adoptar
una nueva postura respecto a las relaciones entre razón y fe. La filosofía no
será concebida ya como la simple "criada de la teología". Es cierto
que la verdad es una, pero para Sto. Tomás no es menos cierto que la razón
tiene su propio ámbito de aplicación, autónomo, dentro de esa verdad única, al
igual que ocurre con la fe.
Santo Tomás desarrolló el "realismo filosófico",
replanteando de un modo radicalmente nuevo numerosas cuestiones que hasta
entonces se habían considerado ya decididas.
Por lo que respecta la existencia de Dios Santo
Tomás afirma taxativamente que no es una verdad evidente para la naturaleza
humana, (para la razón,) por lo que, quienes la afirmen, deberán probarla. Si
la existencia de Dios no es una verdad evidente para nosotros es necesario,
pues, que sea demostrada de un modo evidente para la razón, de un modo
racional, en el que no intervengan elementos de la Revelación o de la fe.
Y la única existencia indudable para nosotros
es la existencia sensible. Por ello desarrollará sus cinco pruebas de la
existencia de Dios a partir siempre de la experiencia sensible, la primera pero
no la única forma de experiencia que el hombre conoce...
Las cinco vías de la demostración de la
existencia de Dios
La primera vía y más clara se funda en el movimiento. Consta por los sentidos, que en
el mundo hay cosas que se mueven. Por consiguiente, es necesario llegar a un
primer motor que no sea movido por nadie, y éste es el que todos entienden por
Dios.
Segunda vía es la eficiencia nos
consta la existencia de causas eficientes que no pueden ser causa de sí mismas,
ya que para ello tendrían que haber existido antes de existir, lo cual es
imposible, esa causa encausada es Dios.
Tercera vía la contingencia, hay
seres que comienzan a existir y que perecen, es decir, que no son necesario, un
primer ser necesario, ya que una serie causal infinita de seres contingentes es
imposible. Y este ser necesario es Dios.
Cuarta vía considera los grados de perfección que hay en los seres. Vemos en los
seres que unos son más o menos buenos, verdaderos y nobles que otros, y lo
mismo sucede con las diversas cualidades. Existe, por consiguiente, algo que es
para todas las cosas causa de su ser, de su bondad y de todas sus perfecciones,
y a esto llamamos Dios.
Quinta vía se toma del gobierno del mundo. Vemos, en efecto, que cosas que carecen
de conocimiento, como los cuerpos naturales, obran por un fin, como se
comprueba observando que siempre, o casi siempre, obran de la misma manera para
conseguir lo que más les conviene; por donde se comprende que no van a su fin
obrando al acaso, sino intencionadamente. Ahora bien, lo que carece de
conocimiento no tiende a un fin si no lo dirige alguien que entienda y conozca,
a la manera como el arquero dirige la flecha. Luego existe un ser inteligente
que dirige todas las cosas naturales a su fin, ya éste llamamos Dios.
Siguiendo a Aristóteles, Santo Tomás concibe al hombre como una única
sustancia, compuesta de materia (cuerpo) y forma (alma racional). No obstante,
frente a Aristóteles, y de acuerdo con el cristianismo, mantiene que el alma
humana es inmortal.
El hombre es la más importante de las criaturas por su alma racional y
espiritual. Dios creó e! alma de cada hombre singularmente. Por su alma, el
hombre es imagen y semejanza de Dios. El Alma es la forma sustancial
del cuerpo, esto es, aquello que hace que e! hombre sea lo que es en
todas sus dimensiones: espirituales, corporales, sensitivas, etc. El alma
forma con e! cuerpo una unidad sustancial. El hombre tiene sólo un alma que es
de naturaleza intelectiva. Virtualmente tiene funciones sensitivas y
vegetativas confiriendo así la unidad sustancial al hombre. El ser y el obrar
del hombre adquieren unidad y coherencia en virtud de que el alma es única e
impone la unidad a todas las operaciones humanas.
El alma es inmortal por dos razones:
• Porque ella fue creada directamente por Dios y no tuvo origen o
generación corporal. Por eso sólo Dios podría «destruir» el alma.
• Porque es espiritual y no depende para su subsistencia del cuerpo ni
de sus funciones, aunque esté unida substancialmente al cuerpo.
Sus ideas principales son:
a) El hombre es
libre. La libertad es una propiedad de la voluntad humana. La voluntad es la
facultad que «apetece el bien».
b) Los actos
humanos son aquellos que se realizan conscientemente. De estos actos e! hombre
es responsable.
c) El fin último
de! hombre es la posesión de Dios, soberano bien. Todos los demás fines de las
acciones humanas deben encaminarse a este último objetivo. El mal
moral consiste en no proponerse como fin último la posesión de Dios.
d) Para lograr
este objetivo el hombre debe cumplir lo que impone la ley
natural, que es la presencia en la naturaleza humana de la ley
eterna. La ley eterna es e! designio de Dios sobre los seres
naturales, esto es, lo que Dios impuso como fin de todas y cada una de las
naturalezas creadas.
e) La ley
natural impone «hacer el bien y evitar el mal». Este precepto se
concretiza en el hombre como conciencia moral u obligación de
hacer ciertas acciones y evitar otras.
f) La ley
positiva, es el mandato razonable promulgado por la autoridad
competente en orden al bien común de una comunidad o sociedad. El hombre está
obligado a cumplir las leyes positivas justas. Y son justas todas aquellas
leyes que no contradigan la «ley natural».
g) La Ley positiva
es el medio para que el Estado procure el Bien común, que es su objetivo. La
Autoridad civil debe ordenar todo para alcanzar el bien común de los
ciudadanos.
h) Para lograr el
bien común debe buscarse la paz, el buen obrar de acuerdo con la ley natural
(moralidad) y los medios necesarios para vivir. Las leyes tienen así que
procurar estos tres objetivos. Si no los procuran son «leyes injustas» y no se
está obligado a obedecerlas. La autoridad que promulga «leyes injustas» se
convierte en tiranía y el ciudadano no debe obedecer al
tirano, sino derrocarlo cuando hay garantía de que su derrocamiento no va a
causar males mayores.
Frases de Santo Tomás De
Aquino
El amor no es
una pasión, porque ninguna virtud es pasión, y todo amor es "cierta
virtud".
Lo que se
recibe se recibe al modo del recipiente.
Toda verdad,
dígala quien la diga, es del Espíritu Santo.
Sea cual
fuere el don que hagamos a alguien, el primer regalo que le hacemos es el de
amarle.
La fe se refiere
a cosas que no se ven, y la esperanza, a cosas que no están al alcance de la
mano.
Teme al
hombre de un solo libro.
La
inconstancia es un pecado especial de la prudencia.
El Ser subsistente por sí mismo
Tratad a los
demás como deseáis que los demás os traten a vosotros.
El pecado
ofende a Dios lo que perjudica al hombre.
La ley es la
prescripción de la razón, ordenada al bien común, dada por aquel que tiene a su
cargo el cuidado de la comunidad.
Justicia sin
misericordia es crueldad y misericordia sin justicia genera disolución.
Cada hombre
tiene que inventar su camino.
Para ser
voluntario un acto, ha de proceder de un principio intrínseco con algún
conocimiento del fin.
Por
naturaleza todos los hombres son iguales en libertad, pero no en otras
dotaciones.
En esta vida,
es mejor amar a Dios que conocerlo.
El Alma se
conoce por sus actos.
El estudioso
es el que lleva a los demás a lo que él ha comprendido: la verdad.
Los ángeles
necesitan un cuerpo supuesto, no por ellos mismos sino por beneficio de
nosotros.
Maravilla es
el deseo del conocimiento.
Dios, que es acto
puro y no tiene nada de potencialidad, tiene un poder activo infinito sobre las
demás cosas.
A aquel que
tiene fe, ninguna explicación le es necesaria. Para uno sin fe, ninguna
explicación es posible.
El obrar
sigue al ser.
Los seres
dotados de inteligencia desean existir siempre y un deseo natural no puede
existir en vano.
